El domingo al atardecer, paseando por la aliseda pantanosa en el parque fluvial del Piles, me entretuve un buen rato observando a un bando de mitos que no paraban de revolotear por los arbustos cercanos a la charca. Son aves gregarias y casi siempre los he visto en bandos más o menos numerosos. Tiene un comportamiento muy vivaz y no paran quietos ni un momento, realizando acrobacias imposible para rebuscar por debajo de las hojas de los árboles algún insecto que llevarse a la boca. Supongo que por la hora a los que los vi estarían ya buscando alojamiento por la zona para pasar la noche.